Estrenar unas zapatillas para el Camino no es buena opción. Cuanto más usadas, mejor, así evitarás heridas o rozaduras. Lo mejor es un calzado de trekking, ligero y cómodo.
El secreto para ir lo más cómodo posible es llevar ropa ligera y transpirable, que te permita moverte con total libertad.
Los kilómetros pasan facturas a las rodillas, así que un bastón de trekking te puede ayudar a hacer más llevadera la jornada.
Lo normal en el Camino es hacer 20 ó 30 kilómetros al día con varias pausas durante el trayecto. Eso sí, no demasiado largas para evitar que tus músculos se enfríen.
Una correcta alimentación e hidratación son básicas para hacer el Camino de Santiago, especialmente cuando suben las altas temperaturas.
La intensidad de las caminatas debe ir acorde con tu estado físico. El Camino es para disfrutarlo, no para batir récords.
Mira bien el suelo donde pisas para evitar sustos.
Si vas a iniciar una etapa con subida, acuérdate de apoyar bien toda la planta del pie y mantén un ritmo constante. En las bajadas, camina lentamente, ayúdate con bastones si tienes y ve caminando de lado o en modo zig zag.
No te olvides de llevar una buena protección solar para evitar quemaduras, sobre todo en el rostro. Y no te olvides llevar gorra.
En nuestro Balneario tenemos a tu disposición diferentes tratamientos diseñados especialmente para peregrinos. Ven a informarte de nuestras ofertas de estancia y programas de salud.
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